(家族の問題, Kazoku no Mondai) | |||
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Información | |||
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Saga | Takeshi Gaiden: Un Rayo entre las Nubes | ||
Personajes | |||
Takeshi Kyōyama Takuo Kyōyama Aoi Kyōyama | |||
Jutsus | |||
Elemento Agua: Lanzas de Agua Armas Mejoradas con Elemento Rayo Jutsu: Clon de Sombra Elemento Fuego: Jutsu Gran Bola de Fuego | |||
Objetos | |||
Kunais Katana Cuerda de Alambre |
Los problemas familiares ( 家族の問題, Kazoku no Mondai) es el segundo capítulo del Gaiden de Takeshi.
Sinopsis[]
El entrenamiento[]
Ya habían pasado varias semanas desde el incidente con Takuo, y aunque se estaban llevando un poco mejor, Takuo seguía llevándolo a entrenamientos muy duros, aunque ocasionalmente, entre entrenamiento y entrenamiento, se sentaban en el campo de hierba y conversaban un poco.
-Oye hijo -Takuo lo llamó con un tono extrañamente amigable- ¿te sientes bien? -en los recientes entrenamientos Takeshi estaba un poco más distraído y más nervioso de lo usual, por lo que su padre comenzaba a preocuparse.
-Sí papá -respondió el joven pelirrojo tragando un poco de saliva, pues estaba pensando en lo que había escuchado esa noche- es solo que estoy un poco nervioso con estos entrenamientos. -aunque sabía que era una mentira, lo dijo lo más convincente posible para que su padre no sospechara nada.
-Hmm… -Takuo estaba empezando a sospechar, pero decidió quedarse callado y actuar como buen padre. - Bueno, si estás cansado podemos descansar por hoy, aunque ya sabes que mi prioridad es que aprendas a dominar el Ranton por cualquier medio, no importa si sufres o no, es imposible que seas un Jonin y no hayas aprendido a usar aún el Elemento Tormenta exclusivo de nuestra aldea.
- ¡Gracias! -le respondió Takeshi- A veces eres cruel con lo que dices, papá. Bueno, nos vemos luego en casa -el joven se levantó lentamente del campo, se estiró ligeramente y se dirigió caminando hacia la aldea, aún muy nervioso por lo que había dicho.
-Espera, Takeshi. ¿No te parece que no hemos entrenado mucho hoy? -preguntó Takuo sonriendo- Ya sé que te dije que descansáramos, pero nunca viene mal entrenar un poco tus jutsus. -dijo esto mientras preparaba una Cuerda de Alambre con varios kunais en ella.
Takeshi se detuvo, tragó saliva y preparó su katana. Acto seguido se volvió solo para ver que su padre ya estaba muy adelante y su Cuerda de Alambres iba a chocar con su espada. A esto el joven pelirrojo no pudo reaccionar y fue impactado, aunque posteriormente se reveló que solamente era un clon de sombra.
-Así que, usando señuelos, ¿eh? -Takuo dijo esto sonriendo y creando también un clon, esperando a que su hijo atacara.
Takeshi estaba escondido en unos árboles cercanos, por lo que cuando vio la oportunidad rápidamente lanzó una bola de fuego hacia su padre y cambió de posición. Takuo simplemente electrificó la Cuerda de Alambre y junto a su clon partieron en dos la bola de fuego fácilmente, pero lo que no se esperaba era que Takeshi apareciera justo detrás de la bola con una masa de agua adelante, para luego proceder a crear lanzas de agua de esta masa, haciendo retroceder ligeramente a Takuo, quien no pudo defenderse y rápidamente cayó al suelo.
-No está mal... has mejorado un poco desde la última vez. -murmuró Takuo mientras se levantaba rápidamente- ya te puedes ir, descansa por hoy.
-Bueno, ¡te espero en la villa! -exclamó Takeshi mientras corría energéticamente hacia la entrada de la villa y rápidamente desaparecía del campo de visión de Takuo.
-Tsk… -aún sentado en el campo, Takuo resopló un poco- parece que este niño me dará más problemas de lo que pensaba. Tendré que actuar más convincente para que todo este plan funcione. -sonriendo, se levantó y se fue caminando tranquilamente hacia la aldea.
Recuerdos lejanos[]
Aunque la aldea no quedaba lejos de ahí, para Takeshi fue larguísimo. No solo porque las palabras de su papá le hicieron daño, en especial la frase “no importa si sufres o no”, también porque estaba casi seguro de que ya Takuo sabía que algo había escuchado su hijo; algo que no le beneficiaba en absoluto.
Por ello, lo primero que hizo cuando entró a Kumogakure fue ir a su pequeño hogar y encerrarse en su cuarto a ordenar sus kunais y demás herramientas. Fue en ese momento cuando vio la bufanda que le había regalado Alternis y que había llevado hasta el momento en que escuchó aquella conversación.
-Maestro… -susurró el pelirrojo por lo bajo mientras tomaba dicha bufanda en sus manos y veía el sello que estaba colocado en la parte interna de la bufanda- no he usado la Fūjin no Tsurugi en mucho tiempo.
El sello que estaba en la bufanda contenía una de las espadas elementales, en concreto, la Fujin no Tsurugi, la espada elemental que domina el viento. A pesar de siempre haber llevado esa bufanda, casi nunca usaba la espada, a pesar de que sabía que podía realizar varias combinaciones con ella de jutsus.
-No es posible que mi maestro me traicione, ¿no? -dijo Takeshi mientras se ponía la bufanda nuevamente y soltaba algunas lágrimas- estoy seguro de que nada malo me va a pasar.
Estando inmerso en estos pensamientos notó que alguien estaba tocando la puerta. Estaba asustado y a la vez tenía curiosidad, así que abrió la puerta y para su sorpresa (o más bien para su mala suerte) ahí estaba parado su padre.
-¿Puedo pasar? -preguntó Takuo con la sonrisa más falsa que pudo poner.
-Claro -dijo Takeshi y se hizo a un lado para que Takuo pudiera entrar, y a continuación cerró la puerta- ¿qué pasa?
-Oh, es que tu madre me dijo que entraste corriendo y que te encerraste en tu cuarto -comentó Takuo con tranquilidad- y vine a ver si estabas bien, ya sabes, hoy estabas un poco nervioso.
-Ah… con respecto a eso… -Takeshi se quedó sin palabras, no se le ocurría una buena excusa- bueno, es que me da vergüenza decirlo.
-No me digas… -Takuo sonrió maléficamente- ¿¡te gusta alguien?!
-¿Qué? No, no me gusta nadie -respondió secamente Takeshi- es solo que estaba recordando a mi maestro, en realidad lo extraño mucho.
-Alternis… -la mirada de Takuo se tensó un poco y por un momento Takeshi pensó que se había delatado- pues podemos conseguir que vuelva, no es mucho problema, excepto por el dinero.
-Sí, es cierto, no tenemos tanto dinero como antes -murmuró Takeshi y bajó la mirada un poco.
-Por cierto, hijo -dijo de repente Takuo- mañana llegará un paquete importante para mí en las afueras de Kumogakure, ¿podrías ir tú a recogerlo? Me harías un gran favor.
-Claro papá -dijo Takeshi sonriente y tratando de no sonar nervioso, pues sabía que ese asunto del paquete tenía que ver con el diálogo de aquella noche, pero estaba claro que no tenía elección alguna- no será ningún problema. ¿Pero no es extraño que sea a las afueras de la aldea? Lo podrían haber traído hasta aquí.
-Esos son detalles menores, hijo -dijo Takuo levantándose y poniendo una mano en la cabeza de su hijo- Muchas gracias por ir a recogerlo -despeinándole el cabello a Takeshi, Takuo salió de la habitación.
Al cerrar la puerta, una sonrisa malvada se formó en el rostro de Takuo. Al final sus sospechas sobre Takeshi no eran ciertas y su plan iría perfectamente, aunque debía admitir que era un plan bastante cruel pero no le importaba, al fin y al cabo, estaba loco.
Conflicto de padres[]
Esa misma noche, Takuo se encontraba hablando tranquilamente (al menos en su opinión, estaban hablando tranquilamente) con su querida esposa acerca del futuro de su familia. -Takuo -exclamó enojada Aoi- ¡no puedes arruinar nuestra familia así! ¡Takeshi es sólo un niño!
-Aoi, creo que ya te lo había dicho -dijo su esposo tranquilamente- no tengo opción.
-¡Sí que la tienes! -le gritó Aoi en la cara- ¡sé valiente y ve a matarlo tú!
-… -Takuo se quedó callado un momento- tengo miedo. No sabes el miedo que tengo Aoi, eso son negocios oscuros y yo ya no quiero verme envuelto en eso...
-Pero si fuiste lo suficientemente valiente como para entrar en eso, ¿no? -Aoi se levantó de la silla- Si fuiste valiente para eso, sería lo lógico que también seas valiente para salir.
-Aoi, tú no comprendes -Takuo estaba empezando a recordar esos tiempos de negocios oscuros- no, definitivamente no comprendes na-
Antes de que pudiera terminar, Aoi había cargado su puño con chakra y le había metido un puñetazo en el estómago, mandándolo a volar.
-¡Esta es mi familia también! -empezó a llorar Aoi- ¡Así que no digas que no comprendo nada cuando estoy a punto de perder a mi único hijo!
A pesar de todo lo que había pasado, Takeshi no se dio cuenta de nada, pues estaba muy dormido. Aunque Aoi estaba muy dolida con lo que estaba pasando, realmente no podía hacer nada al respecto, ya todo estaba arreglado de manera que Takeshi iba a sufrir mucho.
El día final[]
A la mañana siguiente, Takeshi se despertó más temprano de lo usual, así que alistó todas sus armas para el entrenamiento y salió de su cuarto. Cuando hacía esto, escuchó una voz en la planta de abajo y era su padre.
-Sí, ya todo está arreglado -Takuo tenía una sonrisa más malvada de lo normal- Sí, en las afueras de Kumogakure… voy a hacer que Takeshi sufra
Takeshi se quedó horrorizado por dos cosas, la primera era que su padre estaba hablando solo, y la segunda fue la parte de “voy a hacer que Takeshi sufra”. Que su propio padre le diga eso no debe ser bonito.
Al borde de llorar, el pelirrojo bajó rápidamente y saludó a su madre, quien se encontraba más seria de lo normal, y mostraba signos de haber estado llorando. Con un nudo en la garganta miró a su padre.
-E-Estoy listo para ir a entrenar -murmuró Takeshi- ¿V-Vamos?
-Claro hijo, no te olvides de recoger el paquete cuando volvamos, yo volveré temprano de entrenar así que no me esperes, entrena hasta la noche y luego recoge el paquete -dijo Takuo sonriendo levemente y despidiéndose de su hijo, salió rápidamente de su humilde hogar.
Saliendo de su hogar, el joven pelirrojo tragó saliva. Definitivamente hoy no iba a ser un día especialmente bonito para él y para su familia, y aunque ya sabía lo que iba a pasar, no podía decir ni una palabra.