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Nuevo comienzo: En busca de Akatsuki Afterlife
Camino-al-amanecer
Nunca es tarde para volver a empezar.

(新たな始まり: の検索で 暁死後の世界, Aratana hajimari: Akatsuki Afterlife no Sagashi)

Información
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Siguiente Caminos Cruzados
Saga Saga: El Nuevo Camino
Personajes
Soichiro Satoru

Emi Akari

Jutsus
Estilo de Fuego: Jutsu Gran Aniquilación de Fuego

Elemento Rayo: Fuerza Negativa

Objetos
Kunai

Shuriken

Tenshi Ken

Éste es el primer episodio de la Saga: El Nuevo Camino, de la historia de Soichiro Satoru

Sinopsis[]

Aquel bosque estaba cubierto de nieve. Eran pinos de madera oscura, cuyas copas estaban cubiertas por un manto nevado. Lenta pero incesantemente, los copos caían desde un cielo gris. A un lado del camino, había un motel.

En una de las habitaciones, de madera, pequeña pero útil, se hallaba Soichiro sentado al borde de la cama. Había pasado una semana desde que dejó Kumogakure. Había escuchado rumores de actividad de Akatsuki Afterlife en el País del Fuego, así que desde el País del Rayo, partió hacia el sur hasta dónde ahora se encontraba descansando; el País Helado. Tenía planeado partir esa misma tarde, así que sin más preámbulos, empacó todo y se fue del hotel. Comenzó a caminar, hasta que el motel se perdió de vista, y comenzó a arreciar una tormeta de nieve. Soichiro, bien entrenado, apenas sentía un poco de frío, con su vestimenta que le dejaba medio cuerpo a la intemperie. Entonces se detuvo. Había oído un sonido extraño en las ramas de uno de los árboles, le observó, pero nada se encontraba allí. Siguió su camino. Llegó a Shimogakure, aldea del país, donde se quedó poco tiempo, ya que apenas entró observó un cartel de anuncios de Kumogakure, en el que aparecía una imagen de él mismo, anunciando que era un criminal de clase S y bajo su imagen, una cantidad bastante grande de ryos como recompensa a quién llevase su cabeza a la aldea. Por suerte apenas lo vieron los recepcionistas, quiénes no tenían ni idea de quién era.

Aquella noche descansó en una cueva del bosque, y a la mañana siguiente continuó su camino. Por suerte había dejado de nevar. En un par de días, calculó él, saldría de aquel país y entraría en el País de las Aguas Termales, el cual eralo único que le separaba del País del Fuego. Tenía planeado ir a Konoha dónde averiguaría más, ya que no creía que la noticia de su recompensa llegase hasta Konoha para el momento en el que él llegara.

Mientras iba saltando de rama en rama, se detuvo en seco sobre una. Era aquel presentimiento que sintió el día anterior en el camino. Alguien lo estaba siguiendo. Continuó su camino, mientras que disimuladamente extraía un kunai de su cinturón. Cerró los ojos. En efecto, sintió el chakra de una mujer que trataba de ocultarlo. Soichiro localizó su posición y, sorpresivamente para quién fuera que lo siguiese, lanzó el kunai a una alta velocidad. La mujer tuvo que desviar el kunai, revelando su posición, cuando vio que ya era inútil esconderse, salió a la luz, y se paró en una rama, estando cara a cara con Soichiro. Era una mujer de estatura normal, unos 25 años, y vestía un kimono corto rosa, sujeto en el abdomen por un cinto azul. Debajo de él, llevaba una malla. Además, tenía unas altas medias violeta, cubriéndole las piernas.

Soichiro: ¿Quién eres y qué es lo que quieres?

Emi: ¿Sabes? Considero que una persona que va a morir, merece saber el nombre de su asesino. Emi Akari. Cazarrecompensas.

Soichiro: Ah, una cazarrecompensas... Vete, no tengo tiempo para esto.

Soichiro se marchó, pero una shuriken le pasó rozando la mejilla.

Emi: ¿Vas a escapar?

Soichiro: ... Bien.

Soichiro optó por intimidar a la cazarrecompensas, ya que estos suelen ser ninja débiles en comparación a los pesos pesados, que sólo quieren dinero. Soichiro liberó su chakra, generando un aura celeste que aumentó la presión y comenzó a resquebrajar la tierra. La nieve en la copa de los árboles comenzaba a caer y derretirse.

Emi: Vaya, tienes un chakra bastante grande. (dijo sonriendo)

Soichiro: ...

Emi: ... ¿Qué? ¿Se supone que debía sorprenderme?

Emi hasta ese momento no había dejado de ocultar su chakra. Entonces lo liberó. La misma aura celeste que rodeaba a Soichiro la rodeó a ella. Tenía un chakra sorprendentemente poderoso, muy distinto al que esperaba su adversario. Emi comenzó a desenvainar una espada que llevaba en la espalda. Soichiro le apareció por detrás e intentó golpearla, pero la kunoichi de un salto esquivó su ataque. Entonces desde el aire, bajó hasta Soichiro, buscando atravesarlo con la espada. Soichiro detuvo la espada, cerrando su mano en el filo sin cortarse, lo cual sorprendió a Emi. Soichiro entonces lanzó a la espada lejos, y junto a ella a Emi, quién la estaba sujetando. Ésta no cayó, sino que aterrizó con una ágil voltereta y, a una velocidad inesperada, apareció en frente de Soichiro dándole una patada en la cara, derribándolo varios metros. Soichiro le apareció por detrás, habiéndose incorporado a una velocidad impresionante, y le intentó dar una patada, pero Emi la esquivó por poco. Era una mujer inteligente y sabía que le convenía no dejarse golpear por aquel hombre, que la doblaba en masa. Entonces se acercó a Soichiro y comenzó a atacarlo con su espada, a una altísima velocidad. Soichiro pudo esquivar todos sus ataques, aunque con dificultad. Estando distraído con esquivar, Emi le propinó una patada en el estómago mandándolo a volar. Soichiro se hartó, y dio un gran salto.

Soichiro: ¡Estilo de Fuego: Jutsu Gran Aniquilación de Fuego!

La zona entera ardió con unas letales llamas. Soichiro se apartó del lugar, buscando a Emi, y la encontró en seguida, con apenas una manga del kimono quemada. La kunoichi entonces canalizó su chakra en su espada, haciendo una espada de agua, con la que atacó a Soichiro. Éste esquivó sus ataques, pero uno de ellos logró cortarle el hombro, pero por su gran resistencia no estuvo ese par de segundos con la guardia baja por el dolor como una persona normal estaría, y aprovechó esa oportunidad para golpear a Emi en la cara derribándola metros atrás. Ésta se enfureció, y juntó sus manos, en las que se formó electridad. Soichiro hizo lo mismo.

Emi y Soichiro: ¡Elemento Rayo: Fuerza Negativa!

Chocaron dos potentes rayos, que provocaron una enorme explosión, de la que ambos salieron casi intactos.

Soichiro: Detente... No soy un criminal.

Emi: Díselo al anuncio.

Soichiro: Me tienen como criminal por haber luchado contra el Raikage por algo que había hecho contra mi pueblo, nada más.

Emi: Sí, claro.

Soichiro: Mírame a los ojos... Y dime si soy un criminal.

Emi sabía que aquel hombre no tenía ni un pelo de pinta de criminal, y a juzgar por el tono respetuoso que utilizaba, incluso luego de haber luchado, debía de ser cierto. Luego de debatirlo consigo misma, resolvió creerle.

Emi: ... Está bien, te creo, pero estaré siguiendo tu actividad de cerca, Soichiro Satoru (envainó la espada).

Soichiro: Gracias.

Emi se dio vuelta, y desapareció entre los árboles, sin antes voltear la cabeza y dedicarle una sonrisa. Soichiro se alegró de que le creyera, y decidió continuar su camino. Aunque algo tenía muy claro, aquella mujer era demasiado fuerte como para ser simplemente una "cazarrecompensas", sin perder más tiempo, continuó su camino al País del Fuego buscando alguna pista, por mínima que fuera, de Akatsuki Afterlife.

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