Wiki Akatsuki Afterlife Sucesores
Curso Especializado de la Ola Final

(専科の末浪, Senka no Suenami)

Información
Personajes
Senka Kazuma
Kōhei Suenami

Curso Especializado de la Ola Final (専科の末浪, Senka no Suenami) es una OVA en la que Senka Kazuma y Kōhei Suenami se encuentran y éste ultimo entrena a Senka en su velocidad.

Choque con la Ola[]

«Es difícil aceptar ordenes de alguien del que te burlas cuando bebes» recordó Senka, aquel pensamiento lo había hecho hace ya más de dos años cuando estaba un bar junto con Akuren tras unos días de entrenamiento. Ahora mismo se encontraba en un bosque, pocos rayos podían llegar a la cara del rubio, sentía ansias de poder encontrarse por fin con un terreno en el que el sol pudiera llenar su cara, siempre le había gustado esto y ese día no era la excepción. Sin pensárselo dos veces Senka subió a un árbol y la satisfacción llegó cuando no sólo el sol golpeó su cara sino un viento fresco cómo nunca lo había sido. Se acercaba el invierno y eso hacía que los vientos fueran cada vez más helados. El sonido de algo entre las hojas hizo que Senka recobrara el sentido de donde estaba y qué hacía. Había estado buscando un propósito, aquella cosa que llenara lo que había llegado a sentir hace mucho, y que sus días se convirtieran en días de rutina no ayudaba mucho, por esto Senka, al despertarse hace una semana había decidido que no sería un día igual, desde ese día estaba en la búsqueda de algo que lo llenara de adrenalina más la búsqueda aún estaba inconclusa. Más al parecer, gracias a los sonidos que se acercaban cada vez más a donde se encontraba y que claramente eran de un ser humano, hoy sería el día en que su búsqueda concluiría. Un segundo, sólo eso bastó para que Senka estuviera en el suelo a merced de un hombre que le amenazaba con una espada espada larga y fina.

Kazuma lo analizó, poseía una estatura más baja que la de Senka aunque sus cuerpos poseían una similitud en cuanto a lo que complexión se refiere, poseía una tez blanca y el pelo de un amarillo muy fuerte, casi como el del sol, que contrastaba con la parte inferior de su pelo que era azul como el mar que hace mucho no veía, su cara parecía amigable pero imponente gracias a la situación en la que estaba. Las palabras del hombre fueron rápidas como los movimientos que hace pocos segundos había llegado a presenciar.

—¿Quién eres y por qué te encontrabas tan cerca de la Aldea Shirizu? —Preguntó aquél hombre amenazando con clavar en el cuello de Senka la espada.

En su mente Senka sonreía mentalmente, «Hoy será el día» pensó el rubio. No pudo evitarlo, para intentar que las cosas fueran más interesantes Kazuma utilizó el Shikotsumyaku, un hueso salió de entre todo su pecho intentando atravesar la cabeza del hombre, «Si sobrevive, mi día será más interesante», el hombre con un golpe rompió el hueso, le había dado a Senka la oportunidad perfecta para librarse de su situación actual. Pateó el pecho de su adversario enviándolo hacía atrás, se paró, sacó su espada y ahora la situación había cambiado, la espada de aquél hombre se encontraba aplastada por el píe del renegado de Sunagakure que apuntaba con su espada al hombre.

—Ahora dime, ¿quién eres y qué es la Aldea Shirizu? —Preguntó a Senka imitando la pregunta que el hombre le había hecho hace poco.

El rubio intentaba ejercer más presión a la espada para que no pudiera librarse, más sus intentos fueron fallidos y en un segundo Senka se encontraba chocando espadas con el hombre.

—Senka Kazuma —respondió Senka —. Y no sabía que estaba cerca de algún lugar habitado.

—Kōhei Suenami —respondió Kōhei —. No tengo por qué decirte qué es la Aldea Shirizu.

Chocaron espadas de nuevo, el olor a chispas se condensaba en la nariz de Senka, Suenami ya parecía molesto estaba decidido a terminar el combate, en una décima de segundo Kōhei estaba detrás de Senka apunto de asestarle un golpe, más Senka ya poseía chakra de rayo corriendo por su cuerpo y en otra décima ya se encontraba un metro encima de Kōhei con un chidori en la mano dispuesto a acertarlo.

—Muy lento —Susurró Suenami, más Senka llegó a oírlo.

Kōhei esquivó el ataque de Senka moviéndose rápidamente hacía un lado y de un momento a otro estaba muy por encima de él en el aire. Una esfera de luz se encontraba en su mano, la disparó mientras Senka en el piso lo miraba, tenía una media sonrisa en la cara, esta esfera impactó contra Senka causándole un gran daño físico más el renegado de Sunagakure se encontraba aún de pies con sangre brotando de su cuerpo, esperando con una ráfaga de viento en su mano, el ataque fue inevitable e impactó contra el cuerpo desprotegido del Suenami causando un gran daño no sólo a él sino también al terreno a su alrededor. Al dispersarse el polvo se encontraban los dos en el suelo con una gran sonrisa, estaban satisfechos por esa batalla.

—En-entrename —Dijo Senka, cansado, ese día había sido cómo él había esperado —. Noté a las velocidades en las que te mueves.

—¿Qué? —Preguntó Kōhei con el mismo cansancio que Senka, no lo entrenaría tan fácil, eso era seguro—. ¿Para qué?

—¿Nu-nunca te has sentido impotente ante un enemigo al saber que estás perdiendo? Y al saber que no puedes ganarle, sabes asimismo que no posees la capacidad suficiente para proteger a lo que amas —Preguntó Senka, con los ojos cerrados, estaba apunto de dormirse del cansancio—. Pues eso es lo que sentí cuando luché contra ti.

—Bien. —Indicó Kōhei en tono seco, pero ya era tarde, Senka se encontraba dormido.

Cursos[]

—Más rápido, lento de mente. —Exclamó el Suenami dando instrucciones cual jefe de un escuadrón. Tenía aires de líder por todos lados, a pesar de su apariencia de chico bueno Senka había notado desde un principio que lo entrenaría bien y había empezado a considerarlo hasta un maestro.

Arduos entrenamientos había tenido que pasar Senka estas ultimas semanas, la primera había sido de puro entrenamiento mental, cosa que dedujo al principio cuando Kōhei le dijo «Mente antes que fuerza». Hizo que aprendiera todos los puntos de chakra, hizo que resistiera fuego en su piel por minutos, entre otras muchas cosas, esa semana no pudo ser más larga para Senka, pero, el entrenamiento había valido la pena, sabía donde se encontraban los puntos de chakra y cómo controlarlo con mayor fluidez. Kōhei hizo que Senka probara alguno de sus jutsus ahora con sus nuevos conocimientos sobre el chakra, y sus jutsus jamás habían sido tan potentes. La segunda semana fue puro entrenamiento físico, además de escalar montañas casi completamente verticales cargando peso las hizo crearlas lo más alto posible, fueron tres de ellas, y al escalar la última la sorpresa del rubio de Sunagakure no pudo ser mas grande al encontrarme un Kōhei en la cima esperándolo con dos platos de ramen. En las dos semanas que había sido su maestro no habían hablado ni un poco de algo que no fuera el entrenamiento hasta ese día, en el cual comieron y hablaron de diversos temas, entre ellos se encontraba el tema de cómo eran conocidos.

—¡Pantera Amarilla! —exclamaba el Suenami casi tirandose al piso de la risa, tras unos momentos más de carcajadas infló el pecho con orgullo y dijo— León Luminoso sí que es un apodo por el que enorgullecerse.

—¡No es gracioso! —soltó Senka, serio, aunque un segundo después tras procesar el apodo de Kōhei empezó a reir—. ¡Pero el tuyo sí! ¡León Luminoso!

Y así pasaron un rato, riendo y recordando su pasado. Tras una semana más de entrenamiento físico el Suenami le había dicho a Senka que iban a hacer una carrera para ver sus progresos.

—Tragarás mi polvo —Indicó Senka.

—Jamás he visto a una persona desde atrás, y hoy no será la primera vez que lo haga —Dijo Kōhei, arrogante.

Y cuando el sol cayó la carrera empezó, la noche complicaba más las cosas ya que estaba tan oscuro que apenas se lograba distinguir algo, una montaña creada por Senka tapaba la luz lunar la cual antes del entrenamiento se reflejaba en los charcos de agua que se hacían gracias a las abundantes lluvias de ese lugar, en ese momento había una y todo el suelo se había vuelto algo pantanoso lo cual hacía mas difícil el moverse, la carrera constaba de tres etapas en la cual se debía usar tanto la mente como el cuerpo, había acertijos entre otras cosas, Senka se había asegurado de que Kōhei no hubiera podido hacerlos ya que sería una total desventaja para él por lo que Kōhei pidió a alguien que viniera mientras ellos dormían la noche pasada a hacer todo el recorrido de la carrera. Aquella persona nunca fue vista por Senka, a pesar de todo lo que había intentado verla siempre que estaba cerca Kōhei frustraba sus intentos y al momento de preguntarle el por qué no lo dejaba saber quién era Kōhei se limitó a responder:

—Un buen amigo. Sabrás quién es más adelante.


Esas palabras retumbaron en la cabeza de Senka todo el día que pasó antes de la carrera, en ese momento gotas de agua caían en la capucha que traía mientras el pelo de Kōhei era mojado por la lluvia, la señal para salir estaba muy bien planeada por Kōhei, el siguiente trueno que retumbara. La espera para Senka era soporífera más para su suerte no fue mucha ya que pocos segundos después de que Kōhei anunciara cuando comenzaría cayó uno justamente delante de ellos. Y así la carrera empezó, lo primero era atravesar un semi-lago que se encontraba en un hueco creado por el compañero del Suenami y el cual la lluvia se había encargado de llenar, estaba lleno de nenúfares, Senka llevaba un poco de ventaja ya que el león había empezado a correr un poco más lento al principio mientras que el Kazuma casi que parecía un mismísimo rayo, se paró una décima de segundo y saltó todo el lago apoyando su planta del píe en la orilla del lago e impulsándose hacia el otro extremo. Mientras, aprovechando la décima de segundo que tardaba Senka en pararse e impulsarse el Suenami aceleró y pasó a través del lago pisando los nenúfares empatando así la carrera, estaban codo con codo casi que chocandolos cuando el segundo problema hizo que la carrera parara, un muro altísimo estaba frente a ellos y la única forma de pasarlo era escalarlo o resolver el acertijo que estaba frente a ellos. 

Si no sabes lo que soy, nada soy, si sabes lo que soy, algo soy, ¿qué soy?
Aquél que la cabeza no se quiera carcomer, arriba la respuesta estára también.

Una tabla se encontraba frente a ellos junto con un cincel para grabar la respuesta. Kōhei quedó allí, pensante, mientras Senka decidía no perder el tiempo al haber pasado unos minutos sin nada que se le ocurriera y se decidió por escalar, era mas alta de lo que esperaba, aún así, minutos despues al llegar a la cima se encontraba tallada la palabra "acertijo", bajó y siguió corriendo y pudo visualizar la meta pero antes de ella, a lo lejos, se encontraba una taza de ramen y paredes de las que salían puas que impedian el paso constantemente, y por ahí parecía ser la única manera de pasar ya que al llegar el grosór de las paredes era tal que no permitía rodearlas. Kōhei encontró la respuesta del acertijo, se acercó al cincel y talló:

Acertijo

Un mecanismo que Kōhei consideró muy ingenioso se abrió, Kōhei pasó por una puerta que lo teletransportaba justo delante de la taza de ramen y las paredes, al verlas por primera vez le pareció raro pero al tocarla se dio cuenta de lo resistente que eran, por otra parte Senka pasó de ella y decidió pasar aún haciendose daño, estaba dispuesto a ganar la carrera. Con la dureza de la taza Kōhei pudo evitar los picos que salían una y otra vez poniendola como obstaculo entre su cabeza y el pico así evitandose muchos daños que Senka en ese momento poseía, al estar finalizando la pared tiró el tazón que asestó a la cabeza de Senka y lo tumbó justo antes de llegar a la meta, un arrogante Kōhei caminó al lado de Senka cruzando la meta.

—Creo que gané. —Indicó, irónico, pero de un momento a otro se puso serio—. Pero he visto tu potencial, y tengo algo que mostrarte.

Rayos en la nube roja[]

Unas palabras, sólo unas simples palabras habían despertado toda la curiosidad que se encontraba dormida en Senka, aún no había pensado en todas las cosas que Kōhei habría podido planear cuando lo buscó entre todos los lugares en los que había estado las semanas que lo había entrenado y una gota de curiosidad cayó e hizo que el vaso que estaba lleno se rebasara cuando Senka leyó una nota pegada en la montaña la cual había sido creada por Senka semanas antes y que aún no había sido destruida, ésta decía «Estoy en la cima de la montaña, arriba.», «¿Arriba?» fue lo único que pudo preguntarse Senka cuando una roca lo golpeó en la cabeza. —¡Aquí, lento de mente! —exclamaba Kōhei un poco irritado por que Senka no entendiera que debía ir arriba. — Venga, ¿qué esperas? ¡Sube!.

Y así lo hizo, en un segundo ya se encontraba ahí, no le importaba si debía atravesar miles de montañas partiendolas una a una con sólo sus puños que ahí estaría ya que la curiosidad en ese momento era más grande que la voluntad inquebrantable de Senka, y se le había olvidado en ese recorrido todo lo que podría pasar si iba sin algo que lo protegiera a dónde el Suenami, se había olvidado del peligro constante que era estar cerca de él ya que Senka había entendido que siempre debía poseer un as bajo la manga en caso de que alguien lo traicionara, aún así, se había generado un respeto mutuo entre el Suenami y el Kazuma quienes a pesar de los insultos mantenían una buena relación y Senka esperaba no actúar jamás con vilipendio hacia Kōhei, aún cuando estaba arriba, algunas piedras seguían siendo tiradas a Senka de parte del León, y cuando se situaba al lado del Suenami esperando que dijera algo éste sólo se limitó a golpearlo y hacer que se cayera, pero a Senka no le importó esto y se limitó a subirla otra vez, y en ese momento, Kōhei habló.

—Ya han pasado algunos meses desde que te empecé a entrenar, y he notado potencial en ti—. El cambio en la actitud del Suenami dejó a Senka impresionado y aún no sabía como podía hacerlo, cuando se enojaba no había quien lo parara.—Así que, aquél lugar llamado Shirizu, el que mencioné cuando nos conocimos, quiero mostrarte dónde se encuentra, en el camino, te diré de que trata.

Y así lo hizo, todo el camino hasta Shirizu, que resultaba ser una Aldea fue largo, en realidad más de lo que Senka esperaba ya que al parecer al principio de su entrenamiento el Suenami lo alejó lo más posible de la Aldea Shirizu, los lugares inhóspitos y los constantes peligros que tuvieron que pasar le parecieron demasiado exagerados al Kazuma mientras que el León prevenía a Senka de las trampas y las desactivaba unos instantes para que la Pantera pudiera pasar. Desde lejos se veía una mansión de más de diez metros de alto que opacaba a todos los arboles y hasta a las montañas las hacía parecer bebés a su lado, la curiosidad crecía y de un momento a otro ese vaso de curiosidad se convirtió en una jarra llena, Senka se preguntaba qué cosas le esperarían ahí, si más entrenamiento o quizás tortura de parte del Suenami que podría resultar ser sólo un sádico, aún así, inspiraba aires de grandeza y que todo el que salía de ahí se convertía en un grande. Ya cuando se encontraban más cerca pudo distinguir fuego saliendo como balas de las manos de un chico, otro chico agarrando el agua cercana y haciéndola tomar forma de esfera entre otras muchas personas. Pensó que ese lugar era maravilloso y por lo que le había dicho el Suenami en el camino era una aldea dedicada a los aspirantes para Akatsuki Afterlife, una organización criminal, no la reconoció al instante, pero al ver su símbolo cerca de la mansión no le quedaba duda que era aquella organización que estuvo buscando por mucho tiempo. Así, Senka se encontraba ante un lugar que era la prueba viviente que en esa organización se encontraban leyendas. Senka, aún atónito, recibió un suave golpe en la espalda por Kōhei y éste dijo.

—Este es tu lugar, chico, no me cabe duda de ello. Tengo que irme, nuestro entrenamiento a terminado, felicidades, Pantera Amarilla, ahora eres aspirante a formar parte de Akatsuki Afterlife—. Indicó el León, recordando como hace meses se habían conocido y con un pequeño aire que expresaba alegría, tras decir esto, se fue cómo Senka lo había visto llegar aquél día, de un momento a otro y sin que Senka se percatara de que se había ido. Senka creó un espacio especial en su mente para ese recuerdo y juró que jamás olvaría cuando el León y la Pantera se habían encontrado. 

Kōhei

—Ese chico... Llegará lejos. Te lo dije, hay un gran poder en él. —Dijo Kōhei a un chico un poco más bajo que él con capucha puesta.

—Cuando lo vi en la tienda, aquél día que me pediste que te ayudara con la carrera, también lo noté. —respondió el chico acercandose a las puertas de la mansión de Akatsuki Afterlife.

—Por cierto, Shingetsu, muchas gracias. —Y Kōhei lo siguió hasta las puertas que atravesaron al mismo tiempo.

Curiosidades[]

  • El titulo del capitulo hace referencia a los nombres de los protagonistas de ésta. Senka significa Curso Especializado y Suenami significa Ola Final.